Foto: La Vanguardia
Donald Trump ha vuelto a la presidencia de Estados Unidos y, fiel a su discurso de campaña, comenzó desde el primer día con una de sus acciones en materia migratoria: la eliminación del programa CBP One, lo que marca el inicio de una ola de deportaciones masivas.
El programa, implementado durante la administración de Joe Biden, permitía a los migrantes solicitar citas para asilo a través de una aplicación móvil antes de ingresar al país. Con su eliminación, cientos de miles de solicitantes de refugio enfrentan una mayor incertidumbre y posibles expulsiones inmediatas.
Endurecimiento de la política migratoria
En su primer discurso tras asumir el cargo, Trump aseguró que Estados Unidos no será un refugio para la migración ilegal y ordenó la implementación de nuevas medidas para acelerar deportaciones.
Anunció 10 órdenes ejecutivas centradas en políticas migratorias y energéticas.
Entre las medidas destacan la declaración de emergencia nacional, la reanudación del muro fronterizo con México, la eliminación de la ciudadanía por nacimiento para hijos de inmigrantes irregulares y la designación de cárteles como organizaciones terroristas.
La eliminación de CBP One ha generado una crisis inmediata en la frontera con México, donde miles de migrantes han quedado varados sin una vía legal para ingresar a EE.UU.
México ofrece apoyo a sus migrantes
Tras el regreso de Donald Trump y sus anuncios anti migratorios, el Gobierno de México a través de sus redes sociales externó: “México tiene la red consular más grande en Estados Unidos, se fortalece en áreas clave como derechos humanos y está al servicio de nuestras paisanas y paisanos: no están solos”. Y puso a dispocisión de la mexicanos en ese país los teléfonos del Centro de Información y Asistencia a Personas Mexicanas.