El norteamericano de 69 años, nacido en Chicago, se convierte en el Papa número 267 en la historia de la Iglesia Católica.
En un hecho histórico, el cardenal Robert Prevost ha sido elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica, convirtiéndose en el Papa número 267.
El religioso estadounidense, originario de Chicago, Illinois, adoptará el nombre de León XIV, marcando así el inicio de un nuevo pontificado que ha llamado la atención del mundo por su carácter inédito: es el primer papa norteamericano en la historia de la Iglesia.
Con 69 años de edad, León XIV fue elegido tras varios días de deliberaciones en el cónclave, que se reunió en la Capilla Sixtina para designar al sucesor del pontífice saliente.
Su elección representa un giro significativo en la dirección del Vaticano, tanto por su nacionalidad como por su trayectoria pastoral, centrada en temas como la justicia social, el diálogo interreligioso y la renovación eclesial.
Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro para presenciar el tradicional anuncio “Habemus Papam”, que confirmó la elección de Prevost y su nuevo nombre papal.
El nombre León XIV hace referencia a una tradición que evoca fuerza y liderazgo espiritual, heredando el legado de sus predecesores con ese nombre.
El pontificado de León XIV inicia con grandes expectativas ante los desafíos contemporáneos que enfrenta la Iglesia, como la pérdida de fieles en algunas regiones del mundo, los escándalos de abuso clerical y la necesidad de reformas internas.
En sus primeras palabras como Papa, León XIV pidió unidad, esperanza y cercanía con los más necesitados: “Vengo como un servidor, con humildad y con el corazón dispuesto a escuchar al pueblo de Dios en todos los rincones del mundo”.
Su elección marca un momento clave para el futuro de la Iglesia Católica, que observa con atención los primeros pasos del nuevo Papa