Ya han pasado 15 años de lo sucedido en Monterrey, Nuevo León: el caso de “el asesino de cumbres” Diego Santoy, quien fue sentenciado originalmente a 138 años de prisión, por los crímenes en contra de los dos menores Erick Azur y María Fernanda Peña Coss, y además se le impuso una reparación de daño por 217 mil 139 pesos por el crimen más gastos de tratamiento psicológico a las sobrevivientes.
Por ello se interpuso una apelación que surgió efecto en el 2012 cuando se le redujo a 71 años. Ahora se confirma esta sentencia como definitiva.