La comunidad veterinaria en México convoca a un paro nacional que busca llamar la atención sobre la creciente violencia y los riesgos que enfrentan en su ejercicio profesional.
Este movimiento surge como respuesta a la trágica muerte del veterinario Héctor Hernández, un episodio que ha encendido alarmas en un sector que, cada vez más, se siente amenazado por agresiones y ataques.
El paro es una manifestación directa de la necesidad de mejorar las condiciones laborales y la urgencia de implementar medidas legislativas que protejan a los veterinarios. “Estamos pidiendo que se tomen decisiones concretas para garantizar nuestra seguridad mientras cumplimos con nuestra labor,” señalaron los organizadores del movimiento.
Marcha Pacífica en Memoria de Héctor Hernández
Como parte de las acciones de protesta, el pasado 16 de febrero, cientos de veterinarios se reunieron en Paseo de Montejo para llevar a cabo una marcha pacífica en memoria de Hernández. Durante esta manifestación, los profesionales de la salud animal exigieron reformas legislativas que garanticen un entorno laboral más seguro.
“Queremos ser escuchados y que se entienda que necesitamos protección en nuestro trabajo. Los veterinarios desempeñan un papel crucial en la salud pública y en el bienestar de los animales, y merecemos trabajar en un ambiente seguro,” expresaron algunos de los participantes.
Llamado a la Ciudadanía
Además de demandar atención de las autoridades, los veterinarios han hecho un llamado a la ciudadanía y, en particular, a los dueños de mascotas. “Es fundamental que los propietarios comprendan la gravedad de las situaciones que enfrentamos en clínicas y consultorios. Un poco de responsabilidad y confianza en la atención médica puede evitar muchos incidentes críticos,” enfatizaron.
Este paro nacional no solo se trata de exigir protección, sino que también busca visibilizar la importancia de la labor veterinaria en la sociedad. Los veterinarios esperan que este movimiento genere un diálogo constructivo sobre la necesidad de un entorno más seguro y respetuoso para todos los trabajadores del sector.
El paro es una clara señal de que la comunidad veterinaria está unida en su lucha por condiciones laborales dignas y seguras. A través de esta protesta, se espera que se tomen medidas urgentes y concretas que frenen la violencia y mejoren la calidad de vida de aquellos que se dedican al cuidado de la salud animal.