Con el objetivo de fortalecer la inclusión y garantizar una educación de calidad para todos los estudiantes, la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) llevó a cabo sesiones de acompañamiento dirigidas a supervisores y jefes de sector del nivel básico.
Estas actividades fueron organizadas por las zonas 9, 13 y 14 de Educación Especial y se realizaron en los municipios de Dolores Hidalgo, San Miguel de Allende y San Felipe.
Uno de los temas centrales abordados en las sesiones fue la utilización de instrumentos de pre identificación para detectar señales de alerta en el alumnado.
Esta herramienta busca facilitar la canalización de estudiantes con discapacidad, trastornos del desarrollo, Aptitudes Sobresalientes (AS) y otras condiciones que requieren apoyo específico, permitiendo que reciban atención adecuada y oportunas oportunidades de desarrollo.
Edna Rebeca Díaz, jefa del Departamento de Inclusión Educativa, enfatizó la importancia de esta estrategia, señalando que “cuando los docentes cuentan con herramientas adecuadas para la pre identificación, estamos dando un gran paso hacia la inclusión real. La educación debe ser un espacio donde cada estudiante sea visto, escuchado y atendido conforme a sus necesidades”.
Además, se anunció la optimización de las Unidades de Servicio y Apoyo a la Educación Regular (USAER) para el ciclo escolar 2024-2025. Con el fin de mejorar la atención a estudiantes con discapacidad, Trastorno del Espectro Autista (TEA), Aptitudes Sobresalientes (AS) y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), se implementaron reasignaciones estratégicas de personal basadas en un monitoreo constante de las necesidades educativas.
Los supervisores de Educación Especial destacaron que, aunque el diagnóstico formal es responsabilidad de instancias médicas, la intervención educativa temprana puede hacer una diferencia significativa en el aprendizaje y bienestar de los estudiantes. En este sentido, se comprometieron a dar seguimiento a los indicadores educativos y a redistribuir los recursos humanos y materiales para garantizar una atención equitativa.
Durante las sesiones, también se reflexionó sobre la inclusión como un proceso integral. Se destacó que la inclusión no solo implica el acceso a la escuela, sino también la participación plena y el reconocimiento de cada estudiante en su diversidad. A través de dinámicas interactivas, se reforzó la importancia de identificar y eliminar las Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP), enfatizando que estas no son inherentes a la condición del estudiante, sino que pueden ser mitigadas con ajustes razonables dentro de las escuelas.