Foto: La mejicana
Con la llegada de la Cuaresma, del 5 de marzo al 17 de abril, las mesas de Guanajuato se llenan de platillos típicos que han pasado de generación en generación.
La gastronomía de esta temporada se caracteriza por la ausencia de carnes rojas y el uso de ingredientes frescos que resaltan los sabores tradicionales de la región.
Uno de los platillos más representativos es la sopa de habas, una preparación espesa y reconfortante que se acompaña con nopales y chile pasilla.
También destaca el caldo de camarón, una opción popular en diversas partes del estado, especialmente en ciudades como León e Irapuato.
Las tortitas de camarón con nopales son otro clásico de la temporada. Estas se preparan con camarón seco, huevo y se bañan en un caldillo de jitomate, combinando lo mejor de los sabores guanajuatenses.
Otro platillo imperdible es el pescado a la veracruzana, que aunque es más popular en la costa, también ha encontrado su lugar en las mesas guanajuatenses.
Para quienes buscan una opción más dulce, la capirotada es la reina de los postres en Cuaresma. Este pan bañado en miel de piloncillo y acompañado de nueces, pasas y queso es una delicia que no puede faltar en los hogares durante esta temporada.
Las enchiladas también tienen su versión cuaresmal en Guanajuato. Las enchiladas mineras, típicas de la región, pueden adaptarse sin carne, manteniendo su característico sabor gracias a su preparación con chile guajillo, queso ranchero y cebolla.
La Cuaresma es una época en la que la gastronomía cobra un significado especial en Guanajuato. Además de respetar las tradiciones religiosas, estos platillos representan una herencia culinaria que continúa vigente, conquistando paladares con su sabor y autenticidad.