La sequía en Guanajuato continúa agravándose, con un incremento de áreas bajo condiciones críticas y una creciente presión sobre el abastecimiento de agua para la población y la conservación ambiental. Así lo revela el más reciente informe del Colegio de Ingenieros del Agua de Guanajuato A.C., que analiza el periodo del 16 al 30 de abril de 2025.
Según el reporte, aunque se registró una ligera reducción en la categoría “anormalmente seco” (D0), pasando de cubrir más del 70% del estado a menos del 60%, la sequía moderada (D1) aumentó y se expandió hacia zonas agrícolas del sur del estado. Las áreas sin afectación son mínimas y no presentan mejoras claras.
El impacto sobre las Áreas Naturales Protegidas (ANP) es alarmante. Regiones como la Sierra de Lobos, la Cuenca Alta del Río Temascatio y la Cuenca Alta del Río Verde han visto un deterioro de sus condiciones, aumentando el riesgo de pérdida de cobertura vegetal, presión sobre cuerpos de agua estacionales y amenaza a la fauna silvestre. La Sierra Gorda de Guanajuato permanece en condiciones críticas.
El informe también advierte sobre los riesgos crecientes para el uso y consumo humano, especialmente en municipios con alta densidad poblacional y demanda hídrica.
Salamanca, Irapuato, Acámbaro, San Miguel de Allende y Celaya presentan coberturas significativas bajo sequía moderada, con potenciales restricciones en el servicio y afectaciones al turismo y al sector rural.
Ante este panorama, el Colegio de Ingenieros del Agua recomienda activar protocolos de eficiencia hídrica y planes de contingencia en los municipios más afectados, así como fomentar el monitoreo comunitario de pozos y fuentes de captación. También exhorta a priorizar las ANP en programas de restauración ecológica y reforestación, dada su función crucial en la resiliencia del ciclo hidrológico.
El llamado es urgente: se requiere acción coordinada para mitigar el impacto del estrés hídrico que amenaza no solo al medio ambiente, sino también a la seguridad hídrica de miles de guanajuatenses.