El pontífice padecía una neumonía bilateral con infección polimicrobiana. Su última aparición pública fue en la bendición de Pascua.
El papa Francisco ha fallecido este lunes a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, según confirmó el cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Cámara Apostólica, a las 09:45 (hora local). “Queridísimos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”, expresó.
El pontífice, que enfrentaba desde hace semanas una grave afección pulmonar, murió tras complicaciones derivadas de una neumonía bilateral con infección polimicrobiana. En los últimos días, su estado de salud se había deteriorado notablemente.
“Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados”, añadió Farrell en su mensaje.
La última aparición pública de Francisco fue el domingo, durante la celebración de Pascua. Aunque salió brevemente en silla de ruedas para saludar a los fieles desde el balcón de la Basílica de San Pedro, no fue él quien pronunció el tradicional mensaje ‘Urbi et Orbi’. Más temprano, había recibido al vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, en un breve encuentro privado.
Según el arzobispo Diego Ravelli, maestro de ceremonias litúrgicas pontificias, el papa dejó indicaciones específicas para que sus funerales fueran sencillos y centrados en la fe en la resurrección. “El rito renovado busca enfatizar aún más que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de una persona poderosa de este mundo”, señaló.
Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, en 1936, había sufrido múltiples problemas de salud en los últimos años, incluyendo limitaciones de movilidad que lo llevaban a usar silla de ruedas. En febrero fue hospitalizado tras un severo episodio de bronquitis que se agravó en neumonía, manteniéndolo internado por más de un mes.
Desde joven había enfrentado complicaciones respiratorias. A los 21 años fue operado para extirparle parte de un pulmón. Esta condición marcó su salud durante décadas, llevándolo incluso a suspender compromisos y viajes internacionales en varias ocasiones.
Tras conocerse la noticia, el vicepresidente Vance expresó sus condolencias en la red social X: “Mi corazón está con los millones de cristianos de todo el mundo que le querían. Me alegré de verle ayer, aunque obviamente estaba muy enfermo. Pero siempre le recordaré por la homilía que pronunció en los primeros días de covid-19. Fue realmente hermosa. Que Dios lo tenga en su gloria”.
Con la muerte del papa Francisco se cierra un pontificado marcado por un firme compromiso con la justicia social, el diálogo interreligioso y la reforma de la Iglesia. Su legado, profundamente humano y pastoral, deja una huella imborrable en la historia del catolicismo contemporáneo.