Por: Alejandro Sandoval
Fotos: Elizabeth Herrera
Cada año, en este hotel se liberan en promedio más de 60 mil tortugas golfinas. El contacto con la naturaleza es una experiencia inolvidable para huéspedes y visitantes.
Marriott Puerto Vallarta Resort & Spa ha sido un ejemplo en la conservación de las tortugas marinas, por tradición y por formar parte de su espíritu de servicio.
El hotel participa activamente en la lucha por la conservación de la tortuga. Tiene su propio biólogo, quien supervisa todas las actividades voluntarias con los huéspedes.
En 2017, se protegieron 757 nidos, representando 71 mil 839 huevos incubados y la subsecuente liberación al mar de 60 mil 450 crías de tortuga. Biólogos patrullan todas las noches la playa para proteger los nidos y colocarnos en un vivero que se construyó para su resguardo, como parte del Programa de Protección a la Tortuga Marina.
A partir de junio, decenas de tortugas arriban a las playas de Vallarta para depositar sus huevos , los cuales en condiciones naturales permanecen enterrados en la arena incubándose hasta el momento de su nacimiento.
No obstante, todas las noches de junio a diciembre, se realiza un trabajo de protección de las tortugas que llegan a desovar por la noche y recolectan los huevos. Estos son llevados al vivero y después de aproximadamente 45 días de incubación, manteniéndolos en condiciones lo más naturales posibles, nacen las tortuguitas y están listas para ser liberadas al mar.
Cuando se liberan las tortugas, el personal del hotel aprovecha la oportunidad para que sus huéspedes, niños y adultos, se familiaricen con esta especie y se les explica su ciclo de vida así como sus características creando así conciencia ambiental.
En días pasados, se liberó una tortuga que fue rescatada en la playa, la cual estaba herida, con una malla de pescar. Fue liberada en el Campamento tortuguero Boca de Tomates, a un kilómetro del hotel.
La zona de protección de playa a cargo del Marriott mide 690 metros de longitud y recibe alrededor del 30% de las tortugas que anidan en Puerto Vallarta.
Su vivero de incubación es el más grande del municipio, con capacidad para incubar cerca de 500 nidos simultáneamente.